sábado, 5 de mayo de 2007

Raro

Dices que me ves raro. Y es cierto. Estoy raro. No lo dices tú sólo. Esta ciudad se me escapa de las manos. O quizá no sea la ciudad. Porque lo cierto es que ya he escapado de otras ciudades, pero la situación es la misma. Las mismas inquietudes los viernes/sábados por la noche y la misma apatía entre semana.

Y no sé que es lo que debo cambiar. Pero estoy seguro de que en algún sitio hay algún procedimiento mal definido que me hace caerme y levantarme cada siete días. El problema es que para caerme sólo necesito unas horas, pero para levantarme necesito varios días. Cada vez más días, y cada vez más duro. Temo que llegue el día en que empalme las caídas hasta el punto en que no pueda sacar la cabeza para respirar en esta atmósfera podrida de Madrid.

Definitivamente necesito salir de aquí. Aunque sólo sea una semana.

Pero volveré. Sabes que al final me levanto. Y que sólo lloro detrás de las gafas de sol.

4 comentarios:

luigi dijo...

Mientras que no te quedes en el suelo... da igual que tardes varios dias en levantarte... Mejor asi... cogiendo fuerzas... 1 beso

Humo dijo...

No creo que mis jefes (que son muchos) opinen lo mismo... Pero se agradece. Y ya veo que no soy el único al que le gusta hacerse fotos de los pies.

luigi dijo...

Pues no... jejeje. Es lo que tiene pensar que es lo que más me gusta de mi cuerpo, jajaja.

David dijo...

¿Nos compramos unas gafas de sol bien grandes, de esas de pantalla que cubren casi toda la cara?
Aunque estoy seguro de que llegará el día en el que no las necesites...